lunes, 4 de noviembre de 2013

ALGO MÁS QUE UN ESTILO


La temporada del Real Madrid de baloncesto ha empezado de forma inmejorable: 9 partidos oficiales y 9 victorias. Pero más allá de los resultados, algo anecdótico teniendo en cuenta que la Liga ACB y la Euroliga acaban de comenzar, lo que destaca por encima de todo es el juego.

Desde que Pablo Laso llegó a Madrid en 2011, el equipo blanco ha ganado 1 Liga ACB (2013), 1 Copa del Rey (2012), 2 Supercopas (2012-2013) y alcanzó la final de la Euroliga 15 años después, aunque finalmente cayó derrotado por Olympiacos.

¿A dónde quiero ir con ésto?

Estos títulos vienen propiciados en gran parte por el estilo de juego que implantó en el equipo Pablo Laso, un entrenador de "perfil bajo" como se le denominó cuando se hizo cargo de la sección blanca y que despertó cierto recelo en algunos sectores por su falta de experiencia como entrenador al más alto nivel (aunque su carrera como jugador estaba fuera de toda duda).

El juego que el entrenador implantó en el equipo enganchó rápidamente a una afición enfadada y algo engañada por los años previos con Messina-Molin en el banquillo, por los continuos cambios de jugadores que hacían imposible identificarse con un grupo (más allá de los inamovibles Llull-Reyes) y por los 4 años sin títulos que encadenaba la sección (Liga 2007 con Joan Plaza en el banquillo y Raúl López-Bullock-Mumbrú-Hervelle-Reyes en la pista). Lejos quedaba también el sueño de la Novena, ya que meterse en los playoffs de Euroliga se consideraba casi un éxito, y ni en sueños se podía competir con los colosos europeos Panathinaikos, Maccabi, CSKA y Barcelona, que además de aspirar año tras año a todo en Europa ganó 11 de los 12 duelos contra el Madrid durante la etapa de Messina en el banquillo.

2011-2012

El estilo alegre, ofensivo y que no castigaba tan duramente los errores de Laso, unido a una confección correcta de plantilla y dos refuerzos que llegaron por el lockout de la NBA (Rudy e Ibaka) consiguieron que las gradas del Palacio recuperasen la ilusión que desde la época de Plaza no se veía, y pese a la marcha en diciembre de los dos NBA (se añadió el fichaje de Kyle Singler), se instauró un estado de ánimo que dura hasta hoy.

Con la conquista de la Copa del Rey ante el Barça en el Sant Jordi se dio el primer paso del proyecto, que se vería en parte frenado por la eliminación en el Top16 de la Euroliga y la derrota en el quinto partido ante el Barcelona en la final de Liga (maldito triple de Marcelinho...).

Felipe Reyes con la Copa del Rey ganada en Barcelona en 2012


2012-2013

En el verano se decidió no renovar a Ante Tomic, que fue rumbo a la Ciudad Condal, ni tampoco a Velickovic. Kyle Singler hizo las maletas con destino Detroit pero a cambio llegó Rudy con un contratazo bajo el brazo y cerrando su etapa NBA.

Se ganó la Supercopa al Barcelona, que en febrero se convirtió en el verdugo del equipo blanco en cuartos de la Copa tras un partido de dos prórrogas. Pese a las críticas al equipo y el cuerpo técnico por la eliminación copera, el Real Madrid finalizó la liga regular como primero con un balance de 30-4 y se clasificó para la Final Four de Londres tras derrotar 3-0 al Maccabi en los playoffs.

Panorámica del Palacio de los Deportes en el primer encuentro de la Final ACB 2013

Desde aquí la historia es conocida: victoria ante el Barça en semifinales y derrota ante Olympiacos en la final. Quedarse tan cerca de la Novena supuso un golpe anímico para el equipo y la afición, sobre todo teniendo en cuenta los 17 puntos de ventaja con los que se llegó al segundo cuarto. Sin embargo, un mes más tarde y tras unos playoffs de Liga inmaculados hasta la final, el Madrid conseguía su 31ª Liga tras imponerse al Barcelona -otra vez- en el quinto partido de la final.

2013-2014

Para esta temporada, la tercera de Laso en el banquillo, se apostó por la continuidad, y se incorporaron tres nuevos refuerzos: Dani Díez (canterano y cedido el año pasado en San Sebastián), Salah Mejri (procedente del Obradoiro) y Ioannis Bourousis (fichado del Armani Milán), a los que hay que añadir Tremmel Darden, que llegó en marzo y cuya claúsula de renovación se ejecutó. A cambio salieron Carlos Suárez, Rafael Hettsheimeir, Mirza Begic y Martynas Pocius.

La plantilla del Real Madrid con la Supercopa conseguida en Vitoria en octubre

Puede que me haya alargado demasiado analizando las tres temporadas de Laso en el Madrid, pero me parecía apropiado para lo que explicaré a continuación.

Desde que el técnico vitoriano aterrizó en la capital, en verano no se han realizado más de tres-cuatro incorporaciones, manteniendo un bloque fijo al que se le han añadido fichajes en algunas posiciones.
Lejos parece quedar la época de 7-8 jugadores nuevos cada año, incluyendo refuerzos invernales como Morris Almond o americanos que pasaron sin pena ni gloria como Quinton Hosley o Clay Tucker.

Pero me centro ya en el tema que da nombre a este post: "algo más que un estilo". A lo que quiero referirme es que, desde el punto de vista del aficionado/abonado, no sólo vas al Palacio a ver jugar a tu equipo, sino que vas a pasarlo bien, a disfrutar. 

Lo que el Real Madrid de baloncesto ofrece cada jueves y/o domingo es espectáculo del bueno, de la mano de los Sergios, Rudy, Mirotic, Carroll, Felipe y compañía, acompañados siempre por esos secundarios que no suelen tener números de crack pero que son esenciales para conseguir campeonatos.

Digo esto porque sólo hay que coger el Puente Aéreo para ver a un equipo que aún está encajando piezas y que ha tenido problemas en todos los partidos de ACB y que perdió sorprendentemente contra el Nanterre en casa. Eso sí, que nadie descarte al Barça, que aunque no juegue atractivo como el Madrid luchará por todos los títulos hasta el final.

Hay que recordar una vez más que los títulos se deciden en abril-mayo-junio (la Copa en febrero), pero hasta llegar a ese momento prefiero ver partidos de 90 puntos que de 65.  En mi opinión, el "resultadismo" (por lo menos hasta febrero), no es lo más importante: lo esencial para este equipo es pasárselo bien y que el público se lo pase bien.

Para concluir, y teniendo en cuenta que en junio Pablo Laso finaliza su contrato con el Real Madrid,(la renovación está cerca según ha informado hoy @PlayBasketSER), desde estas líneas le pido a los que mandan en la sección y en el club que valoren el trabajo del entrenador y su cuerpo técnico, que después de muchos años ha conseguido enganchar de nuevo a la afición y aumentar la afluencia de público a los partidos considerablemente, llenando el pabellón (casi 13000 espectadores) en varios partidos de la temporada pasada.

Además, también deben hacerse mirar el recorte presupuestario que sufrió la sección en verano, ya que dos millones de euros en este deporte es mucho dinero, aunque el dinero no es sinónimo de títulos (CSKA-Olympiacos de las dos últimas Final Four).

Por último, os animo a acercaros al Palacio algún día: no os costará mucho y el espectáculo está asegurado.

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